Durante mucho tiempo los griegos trataron en sus
obras de alcanzar aquella perfección que todos querían, fue así que conforme
paso el tiempo se fueron dando cuenta que la sensibilidad y la belleza dejaron
de ser una reproducción de la naturaleza
fue ahí cuando empieza a darse una búsqueda constante de la estética
racional.
Hoy en día a quedado atrás la concepción de
creaciones ligadas únicamente a la belleza y es que hoy se revela las más
oscuras realidades humanas, se refiere a lo feo y se le enfrenta.
y no está de más mencionar que los artistas en sus
obras no solo pretenden mostrarnos lo bello sino también mostrar la realidad más
cruda en vez de ocultarla o manipularla, aquí podemos mencionar a el maestro así
se le conocía a el Bosco, quien fue uno de los pintores que genero gran
controversia en sus obras.
La historia de el Bosco, como es conocida
mundialmente, pero cuyo nombre real es Hyeronimus Van Acken comienza en el año
1493 en la aldea Hertogenbosch, digo comienza por que es realmente cuando dicho
pintor comienza a pintar.
La historia comienza en dicha aldea una noche en la cual un incendio provoca la muerte a seiscientas cuarenta y tres personas las cuales murieron abrasadas por las llamas en un pajar. El observó cómo ardían aquellas gentes y morían sin que sus vecinos pudiesen hacer nada por sofocar las llamas, entonces Hyeronimus obligado por su abuelo le hizo abandonar aquel dantesco espectáculo llevándolo a su casa la cual estaba muy cerca de lo acontecido. Las llamas ardieron hasta que al otro día se apagaron solas habiendo dejado calcinados a todas aquellas pobres gentes. Desde ese día, el muchacho actuaba de un modo extraño y el abuelo a la noche siguiente del incendio observó que el muchacho desde su habitación observaba y a la vez pintaba, el abuelo le preguntaba que donde había visto eso que dibujaba en aquellas tablas y él le dijo que fuera, en el lugar del incendio. Cuando el abuelo miró aquel cuadro, lo que allí vio era una escena dantesca como si fuese una parte del infierno, en aquel cuadro se contemplaba como unas gentes vestidas de largo luto se llevaban los pedazos calcinados de los muertos en carretas. El niño asustado le dijo al abuelo que ya no pintaría más si aquello no le gustaba y el viejo le dijo que sí dándose cuenta de que aquel muchacho veía más allá de lo que percibía cualquier ojo humano.
El niño creció y seguía pintando cuadros macabros, pintó y pintó guiado ya por el maestro de una orden hereje el cual le pedía que los pintara metiéndolo en los lugares con más dolor ya que de esa manera el muchacho veía cosas que nadie podía ver, él veía el infierno y lo plasmaba en aquellos lienzos. Llegó a pintar hasta lo contemplado en las mismísimas mazmorras del palacio ducal de Venecia en el cual ajusticiados por los “Signori de Notte” murieron miles de reos acusados de herejía, después de eso se le perdió la pista y solo se encontraban ya cuadros de sus discípulos, se dice que murió allí en las mazmorras de Venecia.
La historia comienza en dicha aldea una noche en la cual un incendio provoca la muerte a seiscientas cuarenta y tres personas las cuales murieron abrasadas por las llamas en un pajar. El observó cómo ardían aquellas gentes y morían sin que sus vecinos pudiesen hacer nada por sofocar las llamas, entonces Hyeronimus obligado por su abuelo le hizo abandonar aquel dantesco espectáculo llevándolo a su casa la cual estaba muy cerca de lo acontecido. Las llamas ardieron hasta que al otro día se apagaron solas habiendo dejado calcinados a todas aquellas pobres gentes. Desde ese día, el muchacho actuaba de un modo extraño y el abuelo a la noche siguiente del incendio observó que el muchacho desde su habitación observaba y a la vez pintaba, el abuelo le preguntaba que donde había visto eso que dibujaba en aquellas tablas y él le dijo que fuera, en el lugar del incendio. Cuando el abuelo miró aquel cuadro, lo que allí vio era una escena dantesca como si fuese una parte del infierno, en aquel cuadro se contemplaba como unas gentes vestidas de largo luto se llevaban los pedazos calcinados de los muertos en carretas. El niño asustado le dijo al abuelo que ya no pintaría más si aquello no le gustaba y el viejo le dijo que sí dándose cuenta de que aquel muchacho veía más allá de lo que percibía cualquier ojo humano.
El niño creció y seguía pintando cuadros macabros, pintó y pintó guiado ya por el maestro de una orden hereje el cual le pedía que los pintara metiéndolo en los lugares con más dolor ya que de esa manera el muchacho veía cosas que nadie podía ver, él veía el infierno y lo plasmaba en aquellos lienzos. Llegó a pintar hasta lo contemplado en las mismísimas mazmorras del palacio ducal de Venecia en el cual ajusticiados por los “Signori de Notte” murieron miles de reos acusados de herejía, después de eso se le perdió la pista y solo se encontraban ya cuadros de sus discípulos, se dice que murió allí en las mazmorras de Venecia.
Y es la visión de estas obras las que nos perturban y
causan una sensación inexplicable difícil de entender es como sacar al aire una
realidad oculta, y es que algunos llegaremos a pensar que el concepto de
belleza con el de fealdad dependerán del punto de vista o la manera que cada
quien lo perciba y es que resulta difícil definir de una manera uniforme las
cosas, eso sí, sin duda alguna los artistas tanto los que pinta lo bello
como lo opuesto es una lucha constante
por mostrar de manera libre lo que sus pensamientos o su imaginación crean,
plasmándolas así en sus obras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario